Esta reseña se publicó originalmente en la sección Tinta fresca de El Nuevo Día, el domingo, 13 de enero de 2013.
Una novela de aciertos y desaciertos
Por José Borges
La novela, como género literario, se presta para variaciones narrativas, con la intención de capturar la atención de los lectores. Para ello, los escritores juegan con los puntos de vista narrativos, las conjugaciones verbales y hasta con el orden en que se presentan los sucesos de la trama. Los sordos, del guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, utiliza algunas de estas técnicas con resultados mixtos.
En general, la historia trata de la desaparición de una mujer llamada Clara, hija de un banquero adinerado, y los esfuerzos de su guardaespaldas, Cayetano, por encontrarla. Es una novela policiaca, en la que las investigaciones de Cayetano impulsan la trama. Sin embargo, la narración pierde momentum en varias partes de la novela. En este género, las explicaciones y los motivos de los acontecimientos forman parte de las expectativas de los lectores, pero en Los sordos hay demasiadas omisiones. Elementos claves, como el método para drogar a Clara en su secuestro y las intenciones detrás de ciertos experimentos misteriosos, se ignoran y dejan demasiados cabos sueltos. En muchos casos, la caracterización de los personajes también resulta incompleta. Tampoco hay motivos aparentes o verosímiles para algunos sucesos de la trama, como es el caso de la desaparición de Clara; nunca se explica la razón para su secuestro.
Resulta interesante, a pesar de todo, la exploración de las costumbres de los indígenas guatemaltecos, la muestra del diario vivir en la ciudad y las tradiciones lingüísticas de este país. Por ejemplo, el uso del voseo (vos sabés, vos decís) y el tuteo para denotar reverencia a personas de diferentes estratos sociales. Además, hay una muestra de la convivencia entre los descendientes de los mayas y la sociedad hispana, como se muestra en una secuencia en que se narra un juicio maya, en tiempos actuales. En fin, Los sordos resulta ser una lectura larga, de extensión corta.
Rodrigo Rey Rosa
Alfaguara, 2012