En 2013 la palabra clave para la literatura puertorriqueña fue autogestión. Más escritores han optado por publicar por sí mismos, en vez de a través de una casa editorial. Varios factores han contribuido a que sea así. En primer lugar, hoy día es facilísimo publicar por cuenta propia, gracias a servicios como Createspace, Smashwords y Kindle Direct de Amazon. Las herramientas están al alcance de los escritores. El otro factor que ha contribuido a la autogestión es la escasez de casas editoriales que publiquen literatura. Las grandes extranjeras se marcharon, se especializan en literatura infantil y juvenil o publican solo libros de textos, mientras que las pequeñas, en la gran mayoría de los casos, solo publican y distribuyen cobrándoles a los autores, no editan. La autopublicación, entonces, se convierte en necesidad para quien quiera publicar.
Sin embargo, así como las herramientas ayudan, también permiten una escala de calidad algo caótica. Hay quienes contratan editores, correctores y artistas gráficos para producir libros de calidad, mientras otros omiten estos elementos, sea por ignorancia o por orgullo, y es imposible esconder este tipo de falla. No obstante, la calidad es una variante normal en este tipo de proceso en el que cualquiera puede publicar.
Otro obstáculo para la literatura, al momento, es la distribución. Hay pocas librerías y fuera del área metro son casi inexistentes. Conseguir una compañía que distribuya también es difícil. Los autores se ven forzados a visitar cada librería para distribuir, entregar y cobrar sus libros. Si la distribución es difícil, peor es cobrar, en muchos casos. Se gasta demasiado tiempo en gestiones de cobro: tiempo que podría utilizarse para escribir más. Uno de los beneficios de servicios como Createspace es que la distribución se lleva a cabo a través de Amazon, tanto digital como física, a costos razonables que solo se cobran luego de vender un ejemplar.
Poco a poco, más escritores se dejan convencer por la autopublicación. Según continúe esta tendencia, más mejorará la situación en general. Nuestro único límite será nosotros mismos.