Intrigas y maldiciones
Una maldición generacional que se manifiesta con un inmenso lunar en los rostros de los Payares es el elemento que da pie a la trama de Martiria Lucía desborda vendavales, la primera novela de Ydalia Molina. La trama está situada en Doscaminos, un pueblo costero cerca del mar Caribe, lugar lleno de tradición católica, supersticiones y habladurías. La protagonista, Martiria, comienza su historia en prisión y cuenta retrospectivamente los sucesos de su vida y, eventualmente, cómo llegó a ser encarcelada.
Martiria cuenta cómo maldicen a su familia por culpa de un bisabuelo que violó a una niña de 13 años. La maldición no solo consiste en el lunar, sino que trae tragedia a quienes los Payares amen. Aun así, la familia logra dos o tres generaciones hasta el nacimiento de Martiria. Purificación, la madrina de la protagonista, y ella son las que bordan los trajes de la virgen Santa Lucía, adorada en el pueblo. Además de esto, administran una modesta bodega. El talento de la madrina y la ahijada es famoso por la belleza de su artesanía y es lo único que logra que la mayoría de los compueblanos tolere a los Payares.
Además de esta narradora en primera persona, hay otra que sigue los sucesos entre Purificación y el padre Gabriel, cura del pueblo. La interacción entre estos personajes se muestra como un aparte a la historia central, pero luego cobran más importancia.
Uno de los elementos que llaman la atención de la novela es su estructura. La trama no se cuenta de manera lineal, sino que los sucesos se presentan fuera de orden cronológico, en muchos casos. Esta técnica crea interés en develar acontecimientos a los que se aluden, pero que no se describen hasta el momento propicio, como sucede con la única palabra que emite Estanislao, un loro que es la mascota de Martiria.
La prosa de Molina se alterna entre lo conciso cuando adelanta la trama y lo adornado cuando desea describir los sentimientos de sus personajes. Contiene, además, elementos de realismo mágico mezclado con tradiciones religiosas de pueblo pequeño latinoamericano. A pesar de que la estructura de la novela es complicada, la narracción está bien contada y entretenida. No obstante, la historia sufre un poco al caer en el lugar común por la manera en que se trabaja con el personaje del esposo de la protagonista. Este se convierte en un marido borracho y abusador de la noche a la mañana. Hacía falta mostrar más cómo ocurre ese cambio de manera convincente. No obstante, Ydalia Molina ha logrado escribir una sólida primera entrega. Enhorabuena.
Martiria Lucía desborda vendavales
Ydalia Molina
País Invisible Editores, 2016
Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en mayo 7 de 2017.