Legado de una poeta
Cuadernos de poesía 19, de Anjelamaría Dávila Malavé recoge poemas de Animal fiero y tierno (1977) y La querencia, que se publicó en 2006, tres años luego de su muerte. El libro está ilustrado por Martín García Rivera e incluye al menos un grabado para cada poema. Desde un punto de vista puramente estético, el libro es una obra de arte. Literariamente, también lo es.
Luego de una lectura, se puede percibir un contraste entre la poeta del 1977 y la publicada en el siglo XXI. La selección de Animal fiero y tierno muestra a una autora fascinada por la vida, por su belleza al igual que sus desavenencias. “Aquí”, por ejemplo, trabaja el tema de la nostalgia y las personas que se ausentan de nuestras vidas. “Será la rosa”, uno de sus poemas más conocidos, refleja, a través de la figura de la rosa, cómo la naturaleza puede ser tan resiliente y perseverante dentro de su belleza innata, aun contra un mundo que atenta contra ella en todo momento. Se puede desprender un aire de optimismo, y amor a la patria y a la vida en sí.
La Anjelamaría de La querencia, sin embargo, parece otra persona, más por su tono y fijación en la estructura de sus poemas que otra cosa. Esta poeta es combatiente y confrontativa. No deja duda de que ella no es alguien que se vaya a intimidar por el mundo o el hombre, sea blanco o sea machista, ni nadie. Parece lanzar un reto: “soy así y no pienso acomodarme a tus gustos”. Hasta los títulos demuestran un carácter fuerte, como sucede en “Déjenme sola”, que advierte que, aunque sufre, prefiere superar su dolor bajo sus propios términos: “DÉJENME QUE ME JODA / —que esto pasa—”, sentencia. Se puede palpar una lucha constante contra el machismo, el conformismo, el qué dirán y hasta el propio cuerpo. Se percibe, además, que le presta más atención a la forma y la estructura de los poemas, tanto en el plano visual como en el contenido. Dávila Malavé juega con los espacios, como sucede en “Ahora soy otra”, y la tradición del soneto en “Menstrual y temblorosa”.
Los amantes de la poesía, particularmente la puertorriqueña, hacen bien en añadir este tomo a sus bibliotecas. Se nota que fue un proyecto armado con dedicación, gusto y atención al detalle, que halagaría, merecidamente, a la poeta.
Cuadernos de poesía 19
Anjelamaría Dávila Malavé
Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2016
Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en mayo 21 de 2017.