¿Relatos para jugarse la vida?
Publicar un libro, sea de cuentos, una novela o cualquier otro género, es un salto al vacío. En cada caso, uno expone al escrutinio público una creación muy personal. Por más esfuerzo que se le haya metido a un libro, jamás se sabe antes de publicar cómo se recibirá. Puede que agrade, que sea un éxito, que se rechace, que sea controvertible o, como sucede en la mayoría de los casos, que se ignore. Por tanto, saltar al vacío como metáfora de publicación funciona muy bien. Richard Rivera-Cardona, un novel escritor puertorriqueño, no solo da ese salto, sino que también titula su primera colección de cuentos de esa manera: Salto al vacío, relatos para jugarse la vida.
La colección contiene diez cuentos cortos, entre ellos, “Entrepierna”, con el que el autor ganó el undécimo (y, lamentablemente, último, a todas luces), Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral de 2016. Este certamen lo organizaba la maestría en Creación Literaria, de la Universidad del Sagrado Corazón, y participaban sobre cien personas en cada edición. En “Entrepierna”, se exploran los problemas que enfrentan ante la sociedad las personas que tienen una orientación diferente a la que su cuerpo les ha provisto. En “Victimarios anónimos”, se retoma el tema de la orientación sexual. En este cuento se presenta la historia de un reportero que decide escribir acerca de los abusos sobre los homosexuales en China.
Todos los personajes de Rivera-Cardona toman alguna decisión que definirá sus vidas de manera extrema. En el epónimo “Salto al vacío”, por ejemplo, una mujer contempla lo que el título sugiere, debido a que no le saca satisfacción a su vida. Le sigue “Las alas rotas”, que trata de una reunión de clase graduanda y una mujer que intenta reivindicarse ante sus antiguos compañeros que se burlaban de ella en aquellos años escolares.
El machismo y la sexualidad también son temas recurrentes en la colección, con cuentos como “Macho”, “El repaso de las costuras”, “Hilos pardos” y “90-60-90”. El primero es un minicuento que describe un mundo que, supuestamente, carece de machismo. El segundo y el tercero trabajan con las relaciones sexuales entre parejas y la falta de comunicación entre los personajes. Hay un componente religioso interesante que se explora en ese último cuento mencionado. “90-60-90” trata de la autoestima y la necesidad sexual de una joven obesa que se enfrenta al escarnio de sus pares por su apariencia. Los cuentos “Pretty woman” y “Nochevieja, 2079” tienen que ver con la noche de una prostituta por un lado y un relato de ciencia ficción, por el otro.
Los relatos del volumen comparten preocupaciones muy cotidianas y contemporáneas que, tal vez, recogen lo que preocupa al autor. Las narraciones parten de premisas interesantes, aunque se beneficiarían de que los lectores pudieran adentrarse en los personajes e identificarse con ellos.
Con esta colección, Richard Rivera-Cardona dio su salto al vacío. El tiempo dirá cómo fue su aterrizaje.
Salto al vacío: relatos para jugarse la vida
Richard Rivera-Cardona
Editorial Pulpo, 2018
Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en julio 22 de 2018.