Nuestros funcionarios públicos son eso mismo: públicos. Todo lo que hacen en sus oficinas debería ser grabado. Tal vez robarían menos de esta manera.
Cameras make sense when trained on police, and in offices where lawmakers meet with lobbyists, and wherever government officials wield power over the people. Open-government laws, giving the public access to government records and meetings of governmental bodies, also make sense. These all foster liberty.
Pueden leer el resto aquí. Muy interesante, este ensayo acerca de la privacidad contra el poder.