Las consecuencias de ser un héroe de nuestros tiempos
Los soplones, whistleblowers en inglés, cambian la historia. Hemos presenciado cómo en el pasado algunos han denunciado el encubrimiento de los efectos nocivos del cigarrillo, el uso de químicos cancerígenos en productos caseros, los actos criminales de guerra de los Estados Unidos, la incompetencia crasa y el comportamiento misógino, sexista y homofóbico de gobernantes y la invasión de la privacidad por parte de las agencias de espionaje de la nación estadounidense. El soplón más famoso tal vez sea Edward Snowden, quien destapó la olla acerca de cómo el gobierno estadounidense recolecta toda la información electrónica que produce el mundo entero. En Permanent Record, su autobiografía, el exespía de la CIA cuenta qué lo llevó a enseñarle al mundo lo que su gobierno hacía y convertirse en uno de los enemigos más perseguidos por esa nación.
Fíjese en que usted leyó que los Estados Unidos graba y guarda toda comunicación que usted lleva a cabo con su teléfono, computadora y cualquier dispositivo conectado a la internet. Fíjese en que también, probablemente, no le importó esta violación a sus derechos. La información que Snowden reveló en 2013 y que causó tanto revuelo en la prensa mundial ya lo había dicho en público el jefe de información de la CIA, Ira “Gus” Hunt, unos meses antes de que Snowden le hiciera llegar los documentos clasificados a un grupo selecto de reporteros. El autor y llamado hacker explica en el libro por qué escogió revelar la información en la manera en que lo hizo. Además, explica también el porqué de sus acciones, sabiendo muy bien que sería calificado como un espía y sujeto a sufrir una sentencia de diez años en prisión por cada página de documento que publicara (les hizo llegar cientos de páginas a los reporteros). Para él, revelar las razones son muy importantes, ya que, si fuese a someterse a juicio por su delito, las leyes estadounidenses no le permitirían explicar sus razones por el delito. Solo se centraría en el hecho indiscutible de si reveló la información.
Como ha de esperarse de una biografía, cuenta también su vida desde niño hasta el momento en que decidió convertirse en parte de la historia mundial. Los lectores conoceremos su vida familiar y escolar, como se interesó en las computadoras, y cómo llegó a lo que llama la Comunidad de Inteligencia (Intelligence Community, o IC, por sus siglas en inglés). Detalla, además, cómo funciona la CIA y la NSA en cuanto a su burocracia y motivaciones. El libro se divide en tres partes. La primera cuenta sus años formativos; la segunda, su carrera en la industria del espionaje; y la tercera, los sucesos que lo hicieron famoso. Incluye, también, parte del diario de su novia, Lindsey durante la época en que desapareció y se fue a Hong Kong y luego a Rusia, donde reside hoy día, exiliado de su patria.
Snowden nos provee una mirada reveladora de cómo funciona el gobierno de la nación más poderosa del mundo y cómo abusa de su poder en contra de, no solo sus ciudadanos, sino los del resto del mundo. A veces pensamos que el Gobierno de Puerto Rico es una estrella de la corrupción, pero si lo comparamos con las acciones de los Estados Unidos, nos vemos como principiantes en estos asuntos. La manipulación de las tres ramas gubernamentales estadounidenses y el tipo de lucro que se da a favor de corporaciones como Dell, Microsoft y Amazon, entre muchas otras, que muestra Snowden en su libro, son alarmantes. Si se le añade el tipo de invasión a la privacidad descrita, la biografía se torna en una historia de terror. Considera que el gobierno de los Estados Unidos graba no solo tus llamadas y tus textos, sino lo que buscas en internet, los lugares que visitas, a quienes contactas por correo electrónico y hasta a qué hora lo haces y por cuánto tiempo. Es decir, muestra el comportamiento totalitario de la nación más poderosa del mundo, bajo el pretexto de salvaguardar la seguridad del país.
Permanent Record debería ser una lectura requerida para todos, especialmente a partir de la segunda parte. Snowden logra explicar de manera efectiva no solo sus motivos, sino cómo el gobierno logra este tipo de acción draconiana en contra de sus ciudadanos. Es un carpeteo llevado a una potencia casi infinita y la historia de una persona que decidió hacer algo al respecto. Sus acciones han logrado algunos cambios, mas continúa en el exilio por tiempo indefinido. Al parecer, en el siglo XXI los actos heroicos se castigan, en vez de glorificarlos.
Permanent Record
Edward Snowden
Metropolitan Books, 2019
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Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en octubre o noviembre (no recuerdo) de 2019.
2 comentarios
Profe, debería escribir un post de cómo escribir una reseña. He querido hacer varias, pero no tengo la fórmula mágica todavía.
Autor
Oye, buena idea. Digo, no es una fórmula mágica para mí tampoco y mucho menos pienso que lo que hago sea LA manera escribirlas, pero puedo al menos compartir cuál es mi proceso. Lo tendré en agenda. ¡Gracias!